La Fotografía Minutera
Juan Pablo Minguillón • 3 de noviembre de 2020
Todos aquellos que tengáis cierta edad, más de cincuenta años por ejemplo, tal vez recordáis haber visto algún fotógrafo minutero en alguna ocasión. A finales del siglo XX comenzaron a desaparecer con el apogeo de las cámaras fotográficas y la llegada de la Era Digital. Pero desde finales del siglo XIX fueron ocupando las calles de pueblos y ciudades haciendo fotografías a todo el que quisiera.
A partir de que Daguerre presentara en la Academia de las Ciencias de Paris su proceso Fotográfico se dio el pistoletazo de salida para la creación de los primeros estándares de lo que vendría a revolucionar el desarrollo social e industrial de la civilización occidental. La aparición de la Fotografía supuso un hito en el transcurrir de la civilización como lo fue, en su día, la capacidad de pinzar con el dedo pulgar, el fuego, la rueda o, ya en nuestros días, la red Internet. Y poco tiempo después de su presentación la necesidad, el empeño en disfrutar de algo novedoso y el talento hicieron que se activara el ingenio y la perspicacia. Surge la Fotografía Minutera, un sistema para popularizar el nuevo invento que, inicialmente, se reservaba para los más pudientes. El método estaba claro, una cámara oscura, un laboratorio de revelado y una ampliadora para positivar las fotografías. ¿Sería posible construir un artefacto que fuera transportable, que no precisara de grandes cámaras, espaciosos laboratorios y tiempos tan largos? Nacen las primeras cámaras minuteras. No parece muy documentado en momento ni la autoría exacta de estas cámaras pero todo apunta a finales del siglo XIX